Soltamos varias rehalas, quedándome el ultimo para evitar que los cachorros se perdiesen, todo parecía que iba a ser un espectáculo, no hacía 10 minutos que habíamos soltado y la cantidad de reses vistas era alucinante.
Durante toda la mañana los perros no pararon, aquello era la guerra, pero como he comentado antes todo hembras. Me faltaban perros desde primera hora, sabía que esos perros no querían cuentas con el cervuno e iban buscando los guarros, y así fue, llego a recoger y tengo varias llamadas perdidas de mi tío, marco mientras estoy soltando las cosas y me comenta que tiene a la sabuesa recogida. La Gitana se salió de la mancha haciendo entrar a un marrano a un puesto de la vega, donde se encontraba el amigo "Yayo" quien lo abatió.
Este día toco hacer lumbre y sentarse un rato, porque al parecer todavía tenían ganas de más, recogiendo el ultimo bien entrada la noche.
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